martes, 25 de enero de 2011

OCASOS

JUAN PEDRO RODRIGUEZ MURILLO

So you can put the blame on Mame, boys
Put the blame on Mame
–Le haré una oferta que no podrá rechazar.
–¿Hablas conmigo, me lo dices a mí, dime, es a mí?
–¡El poder de Cristo te obliga. El poder de Cristo te obliga!
–¡Tanto Gilipollas y tan pocas balas!
–¿Sabes cómo llaman al cuarto de libra con queso en Amsterdam?
–Chuu, Toby Chuu.
–La primera norma del Club de la Lucha
–Mantén cerca a tus amigos, pero aún más cerca a tus enemigos.
–Me gusta el olor del napalm por la mañana.
–¡Profesional, muy profesional!
–Royale con queso.
–¿Vas a ladrar todo el día, perrito, o vas a morder?
–¡Milana bonita, milana bonita!
–¡El poder de Cristo te obliga. El poder de Cristo te obliga!
–…Es no hablar del Club de la Lucha.
–¿Hablas conmigo, me lo dices a mí, dime, es a mí?
–No me acuerdo de olvidarte.
–¡Artax!, tienes que luchar contra la tristeza.
–Venga chicos, que es la hora de la medicación y luego a dormir –dijo Gilda, la enfermera, al dejar de cantar, mientras se bajaba del carrito de las medicinas–. Don Vito, Azarías, padre Karras, Travis.
–Esta es la noche, y ocurrirá una y otra vez.
–Si Dexter, esta es la noche.
–Siempre nos quedará París.
–Sí, Humphrey, sí, siempre nos quedará París. Todos los días igual. Venga Norman que te quedas el último.
–Todos nos volvemos locos alguna vez.

2 comentarios:

  1. Jaja, fantástico collage, no es mala idea pensar en un psiquiátrico como un collage de mentes fragmentadas. Falta el Joker para encontrar un sentido.

    Abrazos.

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  2. - Difícil de ver el futuro es

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