jueves, 16 de diciembre de 2010

Devolver al Remitente

            JUAN PEDRO RODRÍGUEZ MURILLO

            –Me llamo Sergio, cabrón hijo de puta. Sergio Palacios y vivo aquí, en esta casa, en la calle Camilo José Cela, 7. ¿Dónde está mi wii?, ¿dónde está mi wii?

            Sergio se siente grande, poderoso, fuerte. Es una sensación nueva, él nunca antes había dicho palabrotas. Había oído a los mayores decirlas; ahora entendía porqué. Se siente bien, jodidamente bien.

            –¿Dónde está mi wii, cabronazo? Dame el teléfono de los otros dos hijos de puta. No sales de aquí hasta que me traigan mi wii. Lo ponía bien clarito en la carta.

            Un Melchor, con las manos y los pies atados, incapaz de pronunciar una palabra, lloriquea, tirado en el suelo frente al niño. Le duele tremendamente la cabeza y nota el calor de su sangre bajo la nuca.

            Sergio, al ver que Melchor no cumple su deseo, agarra, otra vez, el bate de béisbol que le acaban de traer a su hermano mayor. Lo levanta por encima de su cabeza y, girando el cuerpo, golpea, lo más fuerte que puede, la cara del rey mago. La barba y la peluca salen disparadas al otro extremo del salón. El bate cae de las manos de Sergio que ahora, muy asustado, no sabe qué hacer, viendo como su padre escupe los dientes en la alfombra.

3 comentarios:

  1. Te he encontrado en el blog de Andrés. Te enlazo para poder seguirte, me ha gustado mucho lo que he visto.

    Un abrazo.

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  2. JAJA..está muy bien, señor Juanpe, porque las navidades no son siempre blancas....

    Sigo leyendo...
    Javi (Trini)

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  3. Me temía el final, ojiplático me has dejado. Tomaré otra cerve para digerir

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