jueves, 20 de enero de 2011

EL SUEÑO DE MORRISON

JUAN PEDRO RODRIGUEZ MURILLO

–Pero si ni siquiera lo has usado –dijo ella sujetando el hacha.
–Me las he arreglado con esto –contesté yo con el cuchillo cebollero en una mano y la cabeza de él en la otra.
–En el contrato del seguro lo dice bien clarito “Indemnización en caso de accidente”.
–Ya se nos ocurrirá algo, no se preocupe madre.

3 comentarios:

  1. Va a ser complicado convencer al seguro de que resbaló con tan mala suerte que cayó justo con el cuello sobre el cuchillo debollero, que uno de un millón habría ocurrido esto, pero por probar que no quede.

    Humor negro de trazo grueso que me encanta.

    Un abrazo Juan Pedro.

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  2. A todos nos ha pasado alguna vez. Te pones a hacer algo, te dejas llevar, el entusiasmo te vence y se te acaba yendo de las manos.
    Pero ya se nos ocurrirá algo.
    Un abrazo.

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  3. Yo lo que veo claro es que es un relato de amor, sólo entre la madre y el hijo, y lo que es más importante, sirve para confirmar que, se piense lo que se piense, el dinero une.

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